En el corazón de las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más emblemáticas de la Ciudad de México, se encuentra un rincón de tranquilidad y autenticidad que transporta a sus visitantes a un entorno rural y natural. Este Restaurante es un proyecto que toma su nombre de la palabra «Zagala«, que se refiere a una joven pastora, y que encapsula la esencia de este lugar único.

Con una superficie de 500 m2, se erige como un oasis de inspiración campestre en medio de la ciudad animada. Detrás de este proyecto se encuentra Lucio Gutiérrez de LG Arquitectos, quien lideró la arquitectura e interiorismo.

La esencia de este proyecto es la inspiración que proviene del campo y su protagonista. El restaurante no solo se dedica a brindar una experiencia culinaria de alta calidad, sino que también rinde homenaje a los elementos naturales que han sido fundamentales en la vida de una pastora. La cocina se basa en productos animales y vegetales, que se convierten en los pilares del menú y el diseño del lugar.

Una de las características más notables de este restaurante es su sinceridad sin pretensiones. Tanto la arquitectura como el interiorismo reflejan la autenticidad del campo, evitando cualquier artificio innecesario. Al entrar al lugar, los comensales son recibidos por una terraza con una profusa jacaranda, que crea un juego de luz y sombras mientras los transporta a un mundo de tranquilidad.

Los materiales y la madera son elementos destacados en todo el espacio, desde la terraza hasta el interior del restaurante. La paleta de colores, inspirada en la naturaleza circundante, combina tonos de verde, palo de rosa, caramelo y tierra, que se mezclan armoniosamente para evocar la belleza del campo en cada rincón.

El arte también desempeña un papel fundamental en la atmósfera del restaurante. Fotografías de rebaños y ovejas adornan las paredes, conectando a los comensales con la vida rural. Además, piezas artesanales añaden toques auténticos y texturizados al espacio.

Una de las características más impactantes de Zagala es su chimenea de mármol gris, que no solo divide los espacios de manera elegante, sino que también agrega calidez y un toque de sofisticación. El diseño de las escaleras y la paleta vegetal está inspirado en maizales y trigos, y se complementa con esculturas de ovejas que refuerzan la conexión con la temática rural.

El rooftop, otro espacio mágico del lugar, está adornado con jacarandas y texturas que evocan la lana de oveja, creando un ambiente acogedor y relajante que se convierte en el favorito de los comensales.

En términos de diseño de piso y muro, el restaurante cuenta con un piso porcelánico geométrico Clifford, que agrega un toque moderno y dinámico al espacio. Por otro lado, el muro se adorna con porcelánico geométrico Madison Light, que se fusiona armoniosamente con el concepto general del restaurante.

Este restaurante es mucho más que eso: es una experiencia que fusiona la cocina española de alta calidad con la autenticidad del campo y la naturaleza. Este proyecto demuestra que la inspiración puede encontrarse en las raíces más sencillas, y que incluso en medio de la ciudad, es posible crear un rincón de tranquilidad y autenticidad que transporta a los comensales a un mundo rural y natural.